El canto es mi don más antiguo. Intuyo que también lo es para la mayor parte de la humanidad. Antes de pronunciar palabras, mis hijos inventan melodías que cantan una y otra vez. Se nos olvida que cantar no es solo de cantantes sino un recurso para explorar nuestros paisajes internos.
El mes pasado cumplí años y esta vez mi celebración fue regalarme un retiro de voz y movimiento de un día con mi mentora Cata Salguero. El canto permite un rango de expresión mucho más amplio que la voz hablada. Y cuando me refiero a canto no me limito a “cantar canciones” sino a permitirle a la voz sonar en diferentes tonalidades y aperturas de la boca: aaaa oooo eeeee iiiiii uuuuu. Sentir mi voz resonar en mi cuerpo fue muy placentero. Pude evidenciar cómo la vibración de mi voz empezó a soltar una tensión que tenía en la espalda. Una forma de automasaje vibracional que apenas empiezo a redescubrir porque varias veces en mi vida me he sorprendido con su poder pero pareciera que lo olvido.
Cuando era pequeña me gustaba imitar los sonidos de la naturaleza y en esa imitación me daba cuenta de que el sonido vibraba en diferentes partes del cuerpo dependiendo de que tan grave o agudo cantaba, si abría mucho, poco o nada la boca. Podía quedarme durante mucho tiempo sonando un sonido que me gustaba y mi propia voz fue compañía durante mi infancia de hija única.
Fui creciendo y, en el afán de cantar “bonito”, fui reduciendo la exploración y el canto sin ninguna expectativa. Por eso fue tan importante reconectarme en el taller con el placer de cantar de nuevo, cantar solo para mí, un autoregalo. Presiento que muchos nos estamos perdiendo algo muy valioso por "no ser cantantes" o cualquiera que sea la excusa que nos aleja de habitar más rango de expresión vital.
Cata nos propone en estos talleres conectarnos con la canción de nuestra alma –la canción a la que suena tu alma hoy– y ayuda a que la persona la articule, la exprese, se escuche, la encuerpe. La que salió de mí me sorprendió.

Este año empezó muy mental. Sentía el afán de acelerar varias metas y proyectos que tengo a fuego lento desde hace ya mucho rato. Cuando mi mente se pone metas hay una parte –a la que me gusta llamar “el general”– que se apodera de mí. Esta parte es muy buena logrando lo que se propone, el problema es que cree que el fin justifica los medios. Me vuelvo tirana conmigo y con los demás, mi vida se vuelve una carrera contra el tiempo, una carrera contra la muerte.
El costo que pago es una insatisfacción infinita. Los días se tornan iguales, la comida me sabe a lo mismo, me desconecto de mi cuerpo y del placer de vivir la vida bonita que he cocreado con mi pareja. El pensamiento que entretengo y que alguna vez me llevó a la depresión es "si la vida es esto, no quiero vivir". Pero, por supuesto, la vida no se reduce a lograr lo que sea que me imponga para validar mi existencia. Los insatisfechos más que nadie sabemos que, una vez logramos eso que nos propusimos, ya estamos con la cabeza en lo siguiente sin permitirnos saborear ni felicitarnos por lo conseguido.
En medio del retiro, cuando le permití a mi voz resonar en la tensión de mi espalda, me llegó la imagen de una serpiente grande mudando de piel en una cueva. Entendí que mi tensión interna empieza cuando chocan el general y el deseo de honrar el ciclo de mi posparto. La rigidez en las cervicales refleja la grieta innecesaria que separa los deseos de la mente y las necesidades del cuerpo. La tensión física es, también, la tensión del alma. Tenia puesto un buzo gigante y peludo que fue la cueva en la que me sentí a gusto con esa energía introvertida, apacible y lenta de haber parido hace siete meses. Qué ricura esta cueva, esta quietud, esta pausa que dura el tiempo de la tierra, que dura un ciclo que no obedece al pensamiento lineal, que dura lo que tenga que durar.
Encuerpé la serpiente grande y pesada, cante en una voz que nunca me había escuchado antes, me di cuenta de que me gusta cómo el paso del tiempo y los partos han engrosado mis cuerdas vocales.
"Soy una serpiente mudando de piel / En mi cueva creo mundos que quiero ver", canté una y otra vez.
Siento la piel vieja despegarse con movimientos sutiles, sin grandilocuencias, escama por escama, y yo voy entendiendo qué significa para mí ser mamá de tres seres diferentes, una mujer con un apetito grande por la vida y una vocación de servicio al mundo cada vez más clara.
Por eso desde esta cueva también voy permitiéndome decir sí a lo que voy sintiendo que se alinea con mis nuevas búsquedas. Este mes voy a sostener dos espacios que me emocionan mucho.
Ritual FloreSER: Junto a mi amiga Natalia Mejía vamos a celebrar el comienzo de la rueda del año con el equinoccio de primavera. A mi también me hizo mucho sentido entender que el año realmente empieza ahí y no el 1 de enero. Honrar los ritmos de la tierra es poder aprovechar la energía que está disponible y aprender a trabajar con ella. El equinoccio de primavera nos invita a renacer. Soltar lo aprendido en la cueva, la capa de piel que ya sobra para poder florecer cada vez más auténticas. La tierra es cíclica y nosotros también lo somos así la cultura dominante nos haga creer lo contrario. Celebrar el equinoccio es sentir la tierra que somos, sin percibirnos separados de ella. Vamos a ritualizar con el cuerpo, la voz y los simbolos este tránsito cíclico y hablarle a nuestro mundo interior para que se disponga a renacer a lo que sea que quiera nuestro corazón. El ritual será presencial el viernes 21 de marzo a las 6:30 pm en Casa Ser Interior en Envigado y virtual el sábado 22 de marzo a las 10:30 am por zoom. Puedes inscribirte mandando un mensaje directo en el siguiente boton.
Ceremonia de Cacao y Canto junto a mi amiga Paulina Rendón. Vamos a usar la medicina del cacao ritual para abrir un portal hacia el corazón, conectarnos con nosotros mismos, con la tierra y con el presente. Si quieres que el canto sea cada vez más parte de tu cotidianidad, nada como empezar a hacerlo en compañía. Desde tiempos inmemoriales cantar juntos es la manera más eficaz de corregular nuestro sistema nervioso. Es sentir en el cuerpo la cualidad única de quienes somos y a la vez del tejido del que hacemos parte. No tienes que considerarte cantante para venir el viernes 28 de marzo a las 6:00 pm en CasaLuna en Llanogrande. Si usas tu voz para hablar también tienes la posibilidad de usarla para cantar. Si sientes el llamado te puedes inscribir en el siguiente boton.
Vamos a cantar rezos y conjuros que he cocreado con esta montaña en la que vivo y que al comienzo rechacé por considerarlos algo que yo –en mi identidad de “artista”– no hacía: música facil de cantar con otros. Gracias serpiente por mudar de piel y permitirme deshacerme de lo innecesario.
Recomendaciones
Acá les dejo algunas de las cosas que me han estado nutriendo.
Un escritor: Bohumil Hrabal
Esta vez recomiendo un escritor y no un libro específico: ya me he leido tres libros seguidos de este autor checo: Yo que serví al rey de Inglaterra, Una soledad demasiado ruidosa y Personajes en un paisaje de infancia. Hacer crítica literaria no es lo mío asi que solo voy a describir lo que él y sus personajes me han hecho sentir. Me gusta su inocencia y picardía, su capacidad de contar algo doloroso y aún asi hacerlo con humor sin banalizarlo. En su escritura siento una ternura muy maternal, una exploración de los lugares blanditos del corazón. Me gusta su escritura en primera persona y la aparente insignificancia de sus protagonistas. Me gusta su descripción detallada de escenas graciosas y llenas de inocencia.
Un Retiro: Tres diosas un Alma
Conozco a Catalina Salguero desde hace seis años y puedo recomendar todos sus retiros y espacios a ojo cerrado. El mundo de los retiros, el autoconocimiento y la sanación no me es ajeno, pero puedo decir que no son muchas las personas que conozco que tengan la capacidad de escucha, sostén y pregunta oportuna que tiene Cata. La seguridad y el enraizamiento que ella transmite les permite a las personas que frecuentamos sus espacios ir profundo y tocar heridas que tal vez no nos atrevemos a mirar en soledad. En este boom de espacios “conscientes” se puede volver difícil discernir quién realmente tiene el conocimiento, la preparación y el calibre que se necesita para acompañar verdaderas transformaciones sin querer venderte una pócima mágica que va a quitarte todas tus angustias existenciales y por fin abrirte a la abundancia de la vida. Los espacios que ofrece Cata invitan a hacer el trabajo real, difícil y bello de conocernos y aprender a jardinerar nuestro mundo interior. Aquí puedes suscribirte a su boletín para estar enterada de sus eventos y retiros o seguirla en su instagram @catasalguerovibrant
Gracias por llegar hasta aquí. Deseo para ti y para mi que podamos darnos mas rango de expresión vital.
Con amor
Felisa
Felisa! Gracias por tu relato, por el reconocimiento que haces de tu experiencia y de el espacio compartido. Encuentro infinitamente valioso lo que mencionas acerca del sentir, el encuerpar, el transformar atraves de la expresion en estos talleres, creacion del Alma. Mi cariño, reconocimiento y agradecimiento para ti ❤️❤️❤️