¿Por qué decidí dar a luz en casa y sin asistencia?
Magdalena nació hace un mes. Fue un parto libre: un salto a lo desconocido. Tenía que ser así, aunque solo ella y yo entendíamos por qué. Acá la historia completa.
Hola, ¿cómo estás?
Hace justo un mes nació Magdalena, nuestra tercera hija. Fue un parto libre, sin asistencia, en el que solo me acompañó Jorge –mi pareja– en la intimidad de nuestra casa. Para darle la bienvenida a la nueva temporada del podcast de Jorge (afueradentro) decidimos grabar la historia completa de su nacimiento. Una historia donde conversamos sobre por qué decidí un parto sin asistencia, sobre la crisis que tuvimos que atravesar para llegar a ese momento, y lo que pasó durante un día que me cambió la vida.
Puedes escucharla aquí:
Mis dos primeros hijos también nacieron en casa con la asistencia de Marisol, una partera maravillosa que amo y recomiendo. En esta tercera gestación la pregunta que desde el principio me hizo Jorge fue ¿por qué tener un parto libre (freebirth, en inglés) si todo ha salido tan bien las dos veces anteriores? La respuesta que le di fue tan simple que hasta a mí me sorprendió: “así es como esta bebé quiere nacer”.
Magdalena llegó a pedirme una expansión que sentía más allá de mis límites. Para poder nacer a ser su mamá –y la mamá de tres hijos menores de cuatro años–, necesitaba ponerme en contacto con mi poder personal y con mi responsabilidad radical de cocrear la vida que quiero. Ella me invitó a hacerme varias preguntas: ¿Quién soy cuando nadie me ve? ¿Quién soy cuando no hay nadie a quien pueda preguntarle si todo está bien y solo pueda mirar hacia adentro para buscar mi propia intuición y autoridad? ¿Quién soy si nadie interrumpe esta danza con la divinidad y mi bebé?
Agradezco a mi guerrera espiritual por haber tenido la fuerza, la convicción y la claridad para caminar este camino con corazón, agradezco las historias de partos libres de amigas y conocidas que me inspiraron para saber que lo podía hacer, agradezco haber podido experimentar en mi cuerpo lo sagrado y cotidiano de este portal del dar a luz tres veces en soberanía, lejos de intervenciones y dramas innecesarios.
Mi rezo es que estas historias rompan hechizos viejos que ya no están al servicio de nuestro florecer y creen nuevos conjuros para que las mujeres recordemos que dar a luz no es una emergencia médica, que estar embarazadas no es una enfermedad, que el diseño perfecto de un parto fisiológico tiene muchas variaciones de lo normal y que en la mayoría de los casos dar a luz no es más peligroso que vivir la vida misma, con su incertidumbre y belleza.
Aquí te dejo el link al episodio. Creo que tiene mensajes muy potentes incluso si en tus planes no está tener hijos humanos. Finalmente el parto es un portal de transformación y entre el nacimiento y muerte de nuestro cuerpo físico tendremos que morir y renacer incontables veces. Si te gusta, deja un comentario en Spotify o comparte esta carta con quien creas que puede resonar.
Un mes después del nacimiento de Magdalena reitero algo que he sentido durante todas las experiencias transformadoras que he tenido en mi vida: la integración del mensaje recibido tiene más retos que la experiencia misma. ¿Quién soy después de vivir este parto? Siento como si tuviera que volver a tejerme célula por célula. Una gran oportunidad para actualizar aspectos de mi propia identidad que sé que ya no están a mi servicio. Pero de los hallazgos y sentires de este posparto inmediato te voy a compartir más adelante.
Te acompaño a gestar y a parir en soberanía
Como cuento en el episodio, he empezado a acompañar mujeres a prepararse psicologica y espiritualmente para dar dar a luz de la manera en la que realmente desean. Si eres una mujer en gestación, o quieres prepararte para parir como lo desea tu corazón, puedes escribirme un correo o contactarme por redes. Sería un honor acompañarte.
Una recomendación
Muchas mujeres me han preguntado cómo saber si están listas para dar a luz en casa. Yo les devuelvo la pregunta: ¿cómo te sientes en tu cuerpo? Para alguien como yo que sufrió de un trastorno de la conducta alimentaria por diez años, te puedo decir que mi cuerpo no siempre se sintió como un lugar seguro y mucho menos agradable, pero a lo largo de mi camino me fui encontrando con herramientas que me fueron amistando con este primer territorio. Quiero compartirte el espacio online que he estado frecuentando desde mi embarazo para cultivar esa capacidad de estar en mí. Pulsión Corporal es un laboratorio online para explorar el cuerpo a través de una práctica semanal que invita a habitarnos sin juicios, sin lucha y en total libertad. Paulina, quien lidera este espacio, es mi amiga y a quien le confié la delicada tarea de cuidar y contener a mis otros dos hijos mientras yo daba a luz. Su capacidad de estar encuerpada es algo que le admiro y que sabe compartir con otros. La recomiendo mucho: puedes ponerte en contacto con ella aquí.
Un mantra a la mamá del mundo
Quiero compartir contigo el mantra que estaba sonando en el instante en que Magdalena –mi reina maga– nació. Un mantra que enaltece a la gran madre y que fue una completa coincidencia que sonara justo en ese momento. Solo tiene tres versos que lo dicen todo:
Om Shree Matre Namaha
Me inclino ante la madre
Jai Ambe Gauri, Jaya Shyaamaa Gauri
Reverencio a la Madre Dorada, Reverencio a la Madre Negra
Jaya Jagatambe, Hey Ma Durga!
Victoria a Ma Durga, la Madre del Mundo.
Con amor,
Felisa.